¡Quema madera!

Que le copie el estilo a Magritte ¡Quema madera! y quema más cuando me dicen que parece de "Los Cariñositos". Si no te gustan tus apodos ¡Quema madera!. Si escribes mal "Híjole" ¡Quema madera!. Si decidiste no volver a buscarla ¡Quema madera!. Si estás de acuerdo con quien menos esperabas ¡Quema madera!, Si te quieren extorsionar por fajar ¡Quema madera!.

sábado, 16 de junio de 2007

¡Quema madera es:  Ya no volver a buscarla!

Cuando la conocí sentí que tenía todas las cualidades que me gustan en una mujer, aunque sólo hasta que la conocí supe que así, como ella, me gustaban las mujeres. Desafortunadamente ella no pensaba lo mismo de mí y peor aun, ella estaba muy, muy enamorada de Poncho el chico, amigo mío de quien algún día les contaré. Ellos tuvieron lo suyo (fueron novios pues, según ella) algo así como 5 minutos (más bien fueron como 2 o 3 semanas) y durante ese tiempo yo pensé, muy pendejamente, que ella y yo podríamos ser amigos.

Luego, cuando terminaron, pensé que podría cortejarla, mas ella tuvo la amabilidad de explicarme que jamás andaría con el amigo de alguien que fue su novio por 5 minutos (más bien como 2 o 3 semanas), pero que podíamos ser amigos. Y yo le creí.

Mas curiosamente, siempre que la buscaba, ella estaba muy ocupada o muy cansada para verme. –Ya te avisaré cuando tenga tiempo –me decía, y yo pendejamente le creía.

Hasta que un día la llamé y le pregunté si podía ir a buscarla a su casa, ella me dijo que no porque se acababa de levantar, que llegara en dos horas. Cuando llegué, ella salió con cara de no haber dormido muy bien últimamente.

-¿Cómo estás? –le pregunté.

-Bien cansada –me dijo. –No he dormido bien, he ido a muchas fiestas –(¿no que siempre estaba muy ocupada?).

-Ah, órale ¿y qué sientes de haber terminado tu carrera?

-Mucha incertidumbre, ¿qué tal que me equivoco en algo? Tendré la vida de alguien en mis manos.

Los médicos tienden a pensar que sólo en sus carreras se toman decisiones de vida o muerte.

-¿Quieres salir? –Le propuse.

-¿A dónde?

-Podemos ir a Coyoacán a ver el partido en algún lugar, hoy juega la selección. -A ella le gusta el futbol, aclaro.

-No, sólo quiero dormir.

-Bueno, pues quédate a dormir –Le di un beso en la mejilla y me marché sin voltear atrás.

Y decidí no volver a buscarla. Estoy de acuerdo con quien opine que ella no tenía ninguna obligación de salir con migo y menos si se sentía cansada. Sólo fue que ese día entendí que nunca podría hacerla sentir eso que se siente cuando, por muy cansado que se esté, al ver a la persona amada queremos ir a reventarnos toda la noche.

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1 Comentarios:

  • A la/s 20 de junio de 2007, 11:53 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

    Irónico no? a quien quieres, no te quiere. Quién te quiere, tú no lo quieres. Quién ya tiene a quien querer, busca a alguien más. Cuando ya tienes por fin a quién querías resulta que ya no lo quieres, entones que? :S

    Pucca.

     

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